Posiblemente uno de los personajes más polémicos en todo el mundo, que más amores y odios ha despertado y despierta es Diego Armando Maradona. Sobre su vida y obra el director bosnio Emir Kusturica (el de la excelente Underground o Gato Negro, Gato Blanco) realizó hace tres o cuatro años un documental, que pese a la magnitud de la figura maradoniana, y el reconocimiento mundial de Kusturica no fue estrenado en España, y ha sido silenciado en los grandes medios, aunque éstos sí que le dan bola a cualquier comentario que hace el actual seleccionador argentino.
Yo lo he visto en youtube, y merece la pena, me explico: Merece la pena para un futbolero por las numerosas maravillosas jugadas y goles que Kusturica tiene a bien incluir en el film. Nunca me canso de ver a Maradona jugando al futbol. Y merece la pena porque Kusturica, no sé si queriendo o no, retrata las luces y sombras de un personaje narcisista, excesivo, aunque muy crítico con el sistema y el poder (con argumentos muy simples, eso sí, pero siempre prefiero ataques simplistas a Bush que lo que suelen decir el resto de deportistas, para profundizar y a aprender ya hay están los pensadores).
Lo mejor, Maradona reconociendo que hubiera sido mejor sin la coca, que él es el único culpable de que su carrera no llegará a lo que pudo ser (y esto lo dice el que es considerado unánimemente uno de los tres mejores de la Historia, y para muchos, entre los que me incluyo, el mejor). Impresionantes también las imagenes de la pelea del Barça Bilbao de la final de Copa.
Del tema político, muchos lugares comunes y tópicos, quizás lo mejor es el capitulo 4 de youtube en el que Emir y Maradona hablan en Belgrado sobre la guerra y sale el nombre de Javier Solana. Salen bastantes imagenes de la III Cumbre de los Pueblos celebrada de Mar del Plata de 2005, en la que Maradona encabezó la manifestación y participó en el acto posterior junto a Hugo Chávez y Silvio Rodríguez, pero Kusturica no profundiza en la cumbre ni sus causas, sino que se centra en como Maradona lo vive. Mucha demagogia sobre la bondad de las gentes humildes y lo nefasto del poder.
De lo mejor también la canción de Manu Chao del final (capitulo 9), si yo fuera Maradona. Y la del Capitulo 6, en la que su gente y él cantan “Marado”, en la que se puede intuir como debe ser la vida de un tío continuamente adulado, rodeado siempre de gente que canta su nombre, siendo siempre el único protagonista de las fiestas.
Lo peor, el excesivo tiempo que se le da a las chorradas de la Iglesia Maradoniana, que como anécdota con un minuto hubiera bastado.
Quizá se podía esperar algo más de Kusturica, quizás el Maradona no jugador no dé para más.
Aquí va el enlace a la primera parte, hay nueve que van a apareciendo después de éste. http://www.youtube.com/watch?v=2aslRuVFsgs
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