PROGRAMA CONTRAINFORMATIVO SEMANAL. RADIO MAI 102.8 FM ZARAGOZA. JUEVES 21:00H.

domingo, 13 de febrero de 2011

LA EXITOSA RELACIÓN DE LA GENERAL MOTORS CON LOS NAZIS

Os traduzo de una manera muy libre y resumida algunas de las aportaciones de Jacques Pauwels (autor de El mito de la guerra buena) sobre el papel de la Opel y General Motors durante la II Guerra Mundial.

General Motors cierra una fábrica de Opel en Anvers, Jacques Pauwels historiador repasa las suculentas relaciones de la GM con la Alemania nazi. En 1929, en plena crisis, GM compra Opel, Hitler pronto comienza un política de rearme, de lucha contra los sindicatos, de bajos salarios y largas jornadas de trabajo que beneficia directamente a Opel, filial de GM. ¿Pero que pasa cuando USA entra en guerra contra Alemania?.
Opel no paraba de realizar camiones y otros vehículos militares para el ejército alemán. La empresa iba viento en popa. El presidente de GM hablaba de Hitler como de “milagro del Siglo XX” y de “dirigente fuerte, ocupado en sacar al pueblo alemán del desierto de su larga miseria económica, no por la violencia y el terror, sino con un plan inteligente y una manera sana de gobernar”. Además GM financió grupos fascistas en USA, incluido en Ku Klux Klan, y por supuesto también financió al partido nazi alemán. Con Hitler en el poder, Opel se dedicó casi exclusivamente a proveer al ejército alemán, negocio seguro, olvidándose del material civil. Empezaron a construir también aviones para la Luftwaffe, así componentes para la marina. .
Con la producción masiva de camiones y aviones, GM contribuyó a las victorias de Hitler en su guerra relámpago de 1939 y 1940. La importancia de esta producción no era solo cuantitativa, sino que la calidad de la producción de Opel fue clave para que Alemania pudiera alargar la guerra.
No había el menor sentimiento de culpabilidad, al contrario GM se enorgullecía de que las victorias de Hitler eran las suyas. En Junio de 1940, el presidente de GM, un tal Sloan, dijo alegrarse de las victorias del fascimo con sus “dirigentes fuertes, inteligentes y agresivos”, sobre las “decadentes democracias europeas”. USA era aún neutral.

Después de Pearl Harbor, Opel no fue confiscada sino que sigue siendo propiedad de GM y es más, desde USA se siguen llevando las riendas de su producción durante toda la guerra. Opel siguió produciendo a pleno rendimiento y dando grandes beneficios. Los nazis llegaron incluso a prohibir la publicación de los beneficios de Opel para no cabrear al ciudadano alemán, al que se le pedía “apretarse el cinturón” y “dar la vida por la patria”.
 
La gran producción industrial que se dio en la Alemania nazi no se entiende sin los métodos fordistas y sus cadenas de producción, y claro todo ello está ligado a la presencia de grandes firmas americanas. Durante toda la guerra, Berlín continúo pagando sin rechistar las elevadas facturas a Opel, sus trabajadores vieron rebajados sus sueldos y trabajaban al menos 60 horas por semana. No hay que olvidar además que la utilización de prisioneros de guerra, deportados (mujeres y niños incluidos) hizo rebajar los salarios aún más. Hace unos diez años, Opel decidió voluntariamente cotizar a un fondo creado por el gobierno alemán para indemnizar algo a los trabajadores forzosos extranjeros que trabajaron en la empresa.
Las filiales alemanas de empresas americanas nunca fueron objetivos de los sistemáticos bombardeos de los aliados, a pesar del hecho de que su producción era capital para la maquina de guerra nazi. Aún así, GM exigió sin vergüenza y con éxito compensaciones al Estado de EEUU por los daños sufridos por Opel en los bombardeos.

1 comentario:

Juan Pablo dijo...

IBM, y los tatuajes en brazos con olor a muerte prematura, FANTA (COCA COLA), la sed nazi saciada con el dulce fragor naranja. Ahora, FORD y GENERAL MOTORS, paradojas de la HISTORIA.