PROGRAMA CONTRAINFORMATIVO SEMANAL. RADIO MAI 102.8 FM ZARAGOZA. JUEVES 21:00H.

martes, 22 de marzo de 2011

Qué harías tú en vez de atacar Libia

Iba a escribir algo sobre Libia, pero al leer hoy la columna de Isaac Rosa me he dicho: "corto y pego, que él dice más y mejor", así que con esta mezcla de pereza y humildad os invito de nuevo a que leáis las cuatro cosas elementales pero indiscutibles que dice Isaac sobre los ataques militares a la población Libia.

Los partidarios del ataque a Libia se sienten tan seguros, sin las dudas de Irak, que casi no necesitan argumentario. Lo resumen en una pregunta, que lanzan a quienes rechazamos la agresión, y que pretende cerrar el debate: “vale, la guerra es mala, pero ¿tienes tú una alternativa mejor? ¿Qué habrías hecho, permitir las matanzas, mirar para otro lado?”. Pues bien, respondamos.

De entrada, hay que recordar que cruzarse de brazos y mirar para otro lado es repugnante, sí, pero es la norma. No lo justifico, pero invalida el argumento de que era obligatorio hacer algo, pues raramente se hace algo. Piensen en tantos países donde la población está más amenazada que en Libia, y no pasa nada. Un doble rasero más escandaloso cuando afecta a situaciones próximas: la firmeza contra Gadafi se debilita cuando a la vez miramos para otro lado en Bahrein.

En segundo lugar, para no llegar hasta aquí deberíamos haber evitado todo lo anterior. Si hoy tenemos un problema con Gadafi es porque durante años le reímos las gracias. Por tener, Gadafi tiene hasta la Llave de Oro de Madrid, que le entregó Gallardón en acto solemne, con la ausencia digna de los concejales de IU. Ya no sirve lamentarse, no hay vuelta atrás. Pero debería servir para evitar futuros gadafis, y para exigir cuentas a sus amigos de ayer, hoy enemigos.

En tercer lugar: si la guerra es el último recurso, significa que antes se han agotado todas las vías. ¿De verdad se agotaron todas las vías? ¿Se han llegado a explorar siquiera? Más bien parece que desde el principio estaba claro que la única vía era la militar, y no se intentó nada. Hubo propuestas de mediación internacional, como la de Chávez, rechazada y ridiculizada por quienes dicen que han agotado todas las vías.

Y un último argumento: una matanza no se evita con otra matanza. Tenemos muchos precedentes para dudarlo. De los muertos de Gadafi sólo sabemos de oídas, no hemos visto muchos. En cambio empezamos a ver cadáveres bajo nuestras bombas. Ah, claro, son partidarios de Gadafi, merecen ser eliminados.


Por cierto, este tipo de argumentos y opiniones son casi imposible de encontrar en los medios, dónde se ha instalado loar las bondades del bombardeo.

1 comentario:

joseluis dijo...

Aquí va el artículo de Isaac Rosa de hoy como continuación al de ayer.
Está claro que la derecha mediática se la tenía guardada a Zapatero desde Irak, y estos días se regodean en su “Sí a la guerra”. Se la están cobrando a él y a todos los que rechazaron el ataque a Irak y hoy aceptan el de Libia.

Y se ve que los dardos pinchan donde duele, porque los aludidos se defienden precisamente agarrándose al recuerdo de Irak: insisten en comparar Libia con Irak para demostrar que no tiene nada que ver, y así salvar la coherencia. Y es cierto que hay diferencias. También es cierto que puede acabar habiendo más semejanzas de las previstas. Pero sobre todo, que Libia no sea Irak no hace mejor el ataque, no caigamos en esa trampa.

La primera diferencia, nos dicen, es que este bombardeo está avalado por la comunidad internacional. Veamos. De entrada, hablar de comunidad internacional es mucho decir: lo avala el Consejo de Seguridad, que no es precisamente la representación más democrática del mundo. Pero además es la guerra de Estados Unidos y Europa (salvo Alemania), pues no la apoyan China, Rusia, India, la mayor parte de América Latina; y tanto la Unión Africana como la Liga Árabe están a un tris de arrepentirse.

Pero de acuerdo, aceptemos que las normas son las normas, y que está guerra es legal. ¿Con eso nos vale? ¿Es legítima y justa por tener los papeles en regla? O dicho de otra forma, ya que nos gusta tanto evocar Irak: sabiendo lo que hoy sabemos, ¿la guerra de Irak habría sido aceptable con el aval del Consejo de Seguridad?

Segunda diferencia: aquí no habrá invasión, prometen. Bueno, está por ver. Una vez se empieza, puede pasar cualquier cosa, se imponen los hechos consumados. Y si mañana hace falta, ya prepararemos otra resolución, o reinterpretaremos la 1.973. Pero vuelvo a Irak: si hubiese habido sólo bombardeos, sin invasión, ¿no habríamos dicho “No a la guerra”?

Último argumento: aquí no hay engaño de armas de destrucción masiva, sino protección de la población. Ahí no entro, porque no me lo creo, y repito un día más: las matanzas no se paran con matanzas.

No, Libia no es Irak. Pero eso no lo hace mejor.