Realmente uno ya no sabe qué pensar con los escándalos relacionados con la casa real. Confieso que he llegado a pensar que la consecución de disparos a elefantes y niños era básicamente una maniobra de distracción. Y esque tal como está el patio no me parece tan relevante que el monarca siga haciendo lo que ha hecho toda su vida. Parece que vale más una disculpa tan patética como la que hizo al hilo de elefanticidio que la que debería hacer por otras tantas cosas. Empezando por el encubrimiento de los turbios negocios de Urmanguarin, siguiendo por el tema de la transparencia de sus cuentas apenas recortadas y por qué no, aclarando su papel en el "auto" golpe de estado del 23F.
El bajo perfil crítico general degenera hasta llegar a hablar tambien de sus lios de faldas, esto tampoco es ninguna novedad, ni siquiera un secreto. A lo que voy es que de lo que se debería estar hablando es de la toma de postura política del monarca frente a la crisis. Es una opinión muy personal ya que considero que el rey debería hacer una función de jefe de estado precisamente para defender al estado y lo podría hacer perfectamente negándose a seguir el juego del avance del liberalismo neocon que le va a acabar privatizando hasta a él mismo. Por supuesto esto es política ficción, ni siquiera los más derechistas se creen la falacia de que Juan Carlos sea socialista, que podría serlo tanto como Felipe Gonzalez.
En este clima de confusión y un poco del salvese quien pueda que hay ganancia de pescadores, aparece la figura del elefante. Escarbando en los detalles, la historia de la cacería es tan dramática y patética como la de la caza del oso borracho (mascota del pueblo) en Rumanía. Resumiendola mucho parece ser que en el ajo, organizando la cacería, estaba la supuestísima amante, llamada segunda reina en algunos periódicos alemanes.
Asuntos tan turbios como la existencia de estas organizaciones ambientalistas como WWF que tienen en su origen a lo mejorcito de cada casa (real, naci o fascista) estan detrás de estas aficiones y en el lote van personajes como el rey y su amante. El escandalo por tanto no es que el rey sea presidente de honor de esta organización si no las características de la misma...
El elefante republicano español no debería tener nada que ver con la mascota del partido republicano estadounidense. Aunque no puedo evitar que me venga a la cabeza el lapsus (o no) del hermano del entonces emperador George, Jeb Bush refiriendose a la Spanish Republic.
Por si a alguien le quedaba alguna duda de que todo esto no es más que un circo, va y el más mediático de los nobles españoles se nos mete en uno de verdad a domar... sí elefantes.
Mi conclusión es que el rey se ha equivocado en muchas cosas...
Juan Carlos jurando lealtad al fascismo en su coronación.
pero especialmente de elefante, porque hay muchos, y si no que le pregunten a Dumbo. Esta vendrá a ser más o menos su sueño recurrente para unos meses:
1 comentario:
jaja, muy bueno
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