Esta viñeta que fotografié en el Barrio judío de París, ilustra muy bien el sentimiento de pueblo elegido de esta comunidad religiosa. Ya que sí su Dios les abre las aguas y les permite hacer trampas para ganar la carrera, ¿como no van a poder ellos recurrir a todo lo imaginable, ya sea legal, ilegal, moral o inmoral para conseguir sus objetivos?, aunque estos objetivos dañen los derechos de otras personas, que como, no son judíos, no son el pueblo elegido.
1 comentario:
Nacionalismos y religiones ofrecen la misma mercancía de la exclusividad, el privilegio de pertenecer a una comunidad mágicamente elegida. Tela, los síndromes de los "elegidos" están diagnosticados en la literatura médica con suficiencia. Unas pastillicas relajantes que bajasen la inflamación del Ego no les irían mal a estas pandas de "privilegiados".
Sin duda seguimos siendo monos vestidos de seda.
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